Lo hacen o lo hacían nuestras abuelas y ahora nuestras madres. El ir a un mercado, además de la variedad de colores, olores y sabores, se llevaba a cabo un reto verbal entre cliente y vendedor. El llamado regateo.
El blog de la Revista del Consumidor da 5 tips de esta interesante y lonjeva práctica…
1. Sé indiferente. No te muestres ansioso ni desesperado. Si finges indecisión y aburrimiento será más fácil que consigas una rebaja.
2. Observa bien el producto. Si el artículo que quieres llevarte tiene algún desperfecto y no te importa, será más fácil que el vendedor tenga disposición a bajar el precio.
3. Guarda silencio. Si tienes pensado llevarte más productos, primero consigue un descuento para uno solo y después regatea por los demás.
4. No te rindas. Cuando un vendedor no accede de ningún modo, camina por otros puestos: quizá en ellos encuentres una mejor oferta por el mismo artículo.
5. Ríete. No te olvides de que lo más divertido de regatear es ponerle humor a la negociación.
2. Observa bien el producto. Si el artículo que quieres llevarte tiene algún desperfecto y no te importa, será más fácil que el vendedor tenga disposición a bajar el precio.
3. Guarda silencio. Si tienes pensado llevarte más productos, primero consigue un descuento para uno solo y después regatea por los demás.
4. No te rindas. Cuando un vendedor no accede de ningún modo, camina por otros puestos: quizá en ellos encuentres una mejor oferta por el mismo artículo.
5. Ríete. No te olvides de que lo más divertido de regatear es ponerle humor a la negociación.
